Paseando unas horas en Wilhelmshaven, ciudad que esta al orillas del mar del Norte, poca gente, muy limpio, me hacia bolas para cruzar la pista, es que los semaforos no tienen el boton para que cambien de color, lo hacen solo, pero se demoran, y asi parado esperando que cambie de una vez y buscando a ver donde estaba el bendito boton, no cruzaba por temor a que me me tan preso por infringir las leyes germanicas jaja. Septiembre 2013
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